BALAUSTRE: es
una forma moldeada en piedra o madera, y algunas veces en metal, que soporta el
remate de un parapeto de balcones y terrazas, o barandas de escaleras. El
conjunto de balaustres se denomina balaustrada.
Los ejemplos más antiguos se
muestran en bajorrelieves de los palacios asirios, donde se empleaban como
balaustradas de ventanas, con lo que en apariencia parecen capiteles de orden
jónico. No parecen haber sido utilizados en Grecia antigua ni en el imperio
romano.
Ejemplos de finales del siglo XV
se encuentran en balcones de palazzi en Venecia y Verona. Estas
balaustradas del quattroccento no tienen todavía precedentes
identificados en la arquitectura gótica y forman columnatas como alternativa a
las arcadas en miniatura.
Según Rudolf Wittkower,
historiador de principios del siglo XX, no es posible atribuir el invento del
balaustre, pero resalta el antecedente de Giuliano da Sangallo quien las usó
profusamente en las terrazas de la Villa Médici, en Poggio a Caiano, alrededor
de 1480, las empleó en la reconstrucción de edificios antiguos, y legó el
motivo a Bramante y Miguel Angel. Con este último las balaustradas ganaron
popularidad ya en el siglo XVI. Wittkower distingue dos tipos, uno de perfil
simétrico con una forma bulbosa sobre otra invertida, separadas ambas partes
con un anillo, y otra con forma de vasija, que fueron empleadas por primera
vez, según Wittkower, por Miguel Ángel.
MARQUETERÍA: es el
arte o técnica de chapar o embutir piezas de madera en una estructura formando
patrones decorativos, diseños o fotos. La técnica puede ser aplicada a muebles,
pavimentos, sillas, pequeños objetos de mano o incluso paneles.
El entarimado o parquet es muy
similar a la marquetería, de hecho son técnicas que se complementan muy
frecuentemente. Siendo ambas técnicas tradicionales de trabajo de madera, que
evolucionaron en Francia en el siglo XVII, como máximo exponente la decoración
de muebles y pavimentos en el Palacio de Versalles
MOLDURA: es un elemento decorativo utilizado en diversas obras artísticas, entre ellas,
y quizás pudiera decirse que de forma significativa, en la arquitectura.
Consiste en un relieve o saliente de acusado componente longitudinal que
conserva idéntico perfil en todo su trazado. Es este perfil o sección
transversal el que define y diferencia los múltiples tipos de molduras.
ESTUCO: es una pasta de
grano fino compuesta de cal apagada (normalmente, cales aéreas grasas), mármol
pulverizado, yeso, pigmentos naturales, etc. que se endurece por reacción
química al entrar en contacto el carbonato cálcico de la cal con el dióxido de
carbono (CO2) y se utiliza sobre todo para enlucir paredes y techos.
Estuco admite numerosos
tratamientos, entre los que destacan el modelado y tallado para obtener formas
ornamentales, el pulido para darle una apariencia similar al mármol y el
pintado polícromo con fines decorativos.
Otra forma de estuco es el que se
hace con yeso, colas animales y pigmentos, siendo este conocido como estuco
mármol por su similitud en estética, tacto y brillo a estas piedras naturales.
Puede producir por unidades o en
reducido número. El ebanista es, sobre todo, un artesano. Los muebles
fabricados por los ebanistas pueden ser de estilo antiguo o creación
contemporánea.
La palabra ebanistería aparece
por primera vez en el siglo XVIII para diferenciarlo del término carpintería,
ya que los artesanos ebanistas, además de las técnicas de carpintería, recurren
a la marquetería, al chapeado y a la tabletterie. Se deriva del término ébano,
raíz probablemente nubia (Egipto) dando la vuelta al Mediterráneo por Grecia
luego Roma, y designando la madera del ébano, de color negro. Es el trabajo de
esta materia preciosa que dio el nombre al oficio encargado de obra "de
carácter más decorativo que utilitario".
RETRATO: (del latín retractus)
es una pintura o efigie principalmente de una persona. También se entiende por
retrato la descripción de la figura o carácter, o sea, de las cualidades
físicas o morales de una persona.[1]
Por lo tanto, la primera
definición de retrato es aquella que se refiere a la expresión plástica de una
persona a imitación de la misma, lo que ocurre en la pintura, la escultura y la
fotografía. En un retrato predomina la cara y su expresión. Se pretende mostrar
la semejanza, personalidad e incluso el estado de ánimo de la persona. Por esta
razón, en fotografía un retrato no es generalmente una simple foto, sino una
imagen compuesta de la persona en una posición quieta.
PAISAJE: es el nombre que la
historiografía del arte da al género pictórico que representa escenas de la
naturaleza, tales como montañas, valles, árboles, ríos y bosques. Casi siempre
se incluye el cielo (que recibe el nombre técnico de celaje), y las condiciones
atmosféricas pueden ser un elemento importante de la composición. Además del
paisaje natural, también se trata, como un género específico, el paisaje
urbano. Tradicionalmente, el arte de paisajes plasma de forma realista algún
paisaje real, pero puede haber otros tipos de paisajes, como los que se
inspiran en los sueños (paisaje onírico, muy usado en el surrealismo).
En la historia de la pintura, el
paisaje fue adquiriendo poco a poco cada vez más relevancia, desde su aparición
como fondo de escenas de otros géneros (como la pintura de historia o el
retrato) hasta constituirse como género autónomo en la pintura holandesa del
siglo XVII. También es un motivo esencial para la pintura japonesa.
ICONOGRAFÍA: es la descripción del tema o asunto
representado en las imágenes artísticas, así como de su simbología y los
atributos que identifican a los personajes representados. El término está
construido por las raíces griegas εἰκών (eikón, imagen) y γράφειν (grapheïn,
escribir). Aunque el DRAE recoge la existencia de la palabra latina iconographĭa
proveniente de la griega εἰκονογραφία, tales términos no podían tener el
sentido con el que se usa por la bibliografía actual, sino otro, similar pero
no idéntico: Descripción de imágenes, retratos, cuadros, estatuas o
monumentos, y especialmente de los antiguos. Tratado descriptivo, o colección
de imágenes o retratos.
Los matices de su diferencia
conceptual con la iconología son poco precisos; y en realidad se complementan.
La iconografía se ocupa del origen y desarrollo de los temas figurados que se
representan en las obras de arte, mientras que la iconología descifra su
significado.
VEDUTISMO: (de veduta,
‘vista’ en italiano; plural, vedute) es un género pictórico muy típico
del Settecento (siglo XVIII) italiano, desarrollado sobre todo en la
ciudad de Venecia. Enmarcadas dentro del paisajismo, las vedute son
vistas generalmente urbanas, en perspectiva, llegando a veces a un estilo
cartográfico, donde se reproducen imágenes panorámicas de la ciudad,
describiendo con minuciosidad los canales, monumentos y lugares más típicos de
Venecia, solos o con la presencia de la figura humana, generalmente de pequeño
tamaño y en grandes grupos de gente. Concebidas como recuerdos –casi como
postales– para viajeros extranjeros, las vedute tuvieron mucho éxito,
llegando su influencia a casi todos los rincones de Europa, e iniciando una
característica forma de representar el paisaje que fue imitada por muchos
artistas europeos. Sus mayores exponentes fueron Canaletto, Bernardo Bellotto,
Francesco Guardi, Michele Marieschi y Luca Carlevarijs.
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