APUNTADO (arco): También llamado arco ojival, está compuesto por dos
porciones de curva que forman un ángulo en la clave, por lo que tiene dos
centros. Es típico de la arquitectura del Gótico (siglos XIII al XV).
CARPANEL
(arco): Es el arco de tres centros de distinto radio, distribuidos a ambos
lados del eje de simetría, dos en la línea de impostas y otro por debajo de
ella. También es llamado arco apainelado o tipo Tudor. Es característico del
Gótico Flamígero en Inglaterra y del Gótico Isabelino en España, durante el
siglo XV, como por ejemplo en la Portada
de la iglesia de San Pablo de Valladolid, de Simón de Colonia.
CHAPITEL: Remate apuntado de una torre, generalmente bulboso, cónico o
piramidal y terminado en flecha aguda. También llamado aguja o flecha es típico
de la arquitectura del Gótico (siglos XIII al XV), como por ejemplo las Flechas de la Catedral de Burgos, de
Juan de Colonia, de mediados del siglo XV.
CISTERCIENSE: Término aplicado a la arquitectura realizada para la orden
del Císter, en la transición del Románico al Gótico,
pudiéndose hablar de un estilo cisterciense en monumentos a caballo de los
siglos XII y XIII. Se caracteriza por reaccionar contra el lujo de la orden de
Cluny, manifestándose en un arte austero, en la pobreza decorativa y en la
sencillez de los edificios, como el Monasterio de Poblet en Cataluña.
CONOPIAL
(arco): Es un arco en forma de quilla invertida, de cuatro centros, dos
interiores para las ramas bajas y dos exteriores para las altas. Es
característico del Gótico Isabelino en España, durante el siglo XV, como por
ejemplo en la Portada de la iglesia de
San Pablo de Valladolid, de Simón de Colonia.
CORO:
Sitio del templo donde se junta el clero para cantar los oficios divinos, siendo
la parte litúrgica de una iglesia, reservada a los canónigos y clérigos. Por
extensión, el término se aplica al espacio del crucero o de la nave central
reservado a los cantores en las catedrales góticas españolas,
generalmente cerrado y adornado por espléndidas sillerías, como en la Catedral de León, del siglo XIII.
DÍPTICO: El retablo evoluciona durante el Gótico, siglos XIII al XV,
pasando de una tabla a dos, “díptico”, tres, “tríptico” o a muchas, “políptico”,
siendo las tablas laterales abatibles con el fin de cerrar el conjunto. En este
caso su cara exterior se pinta con tonos grises, “grisallas”, que semejan
esculturas. La creación de estos retablos supuso una gran novedad, la pintura se
independiza del muro y se hace más humana y anecdótica, favorece la composición
e incluso la devoción popular. Ejemplo: El Díptico Wilton, del Gótico Internacional
del siglo XIV.
DONANTE: En la pintura gótica del siglo XV es habitual la aparición del
donante, el que pagaba la obra, retratado en la parte baja de las composiciones
de temática religiosa, al principio a un tamaño menor que el de las figuras
protagonistas del cuadro, pero a partir de los Primitivos Flamencos ya no existe
esta distinción, como podemos apreciar en la Virgen del Canciller Rollin, de Jan van Eyck.
DOSELETE: Estructura ornamental de la arquitectura ojival gótica, siglos
XIII al XV, consistente en una especie de pequeño dosel abovedado de tracería
gótica que se colocaba encima de las estatuas adosadas a un muro,
preferentemente en las jambas y el parteluz de las portadas, o de las sillas del
coro. Ejemplo: La Portada de la Virgen
Blanca de la Catedral de León, del siglo XIII.
ESCARZANO
(arco): También llamado rebajado, es el que es menor que el semicírculo del
mismo radio, cuando el centro del círculo se sitúa por debajo de la línea de las
impostas. Se utiliza en ocasiones en vanos secundarios de la arquitectura
gótica, siglos XIII al XV.
FLAMÍGERO: El Gótico flamígero, siglo XV y principios del XVI, es un
periodo eminentemente decorativo del Gótico. Se emplean
el arco conopial y el carpanel además del apuntado tradicional del estilo, las
bóvedas de crucería estrelladas con terceletes y las
de abanico y los ventanales decorados con tracería de formas curvilíneas, en S,
como llamas, de ahí su denominación. En España se funden las formas del gótico
flamígero con elementos mudéjares y aportaciones flamencas dando lugar al Estilo
Hispano-Flamenco, Isabelino o Reyes Católicos. Ejemplo: San Juan de los Reyes en Toledo, de Juan
Guas.
GABLETE: Coronamiento triangular del muro, entre las torres, de la fachada gótica, siglos XIII al XV. Puede aparecer asimismo coronando vanos, pilares o estribos. También llamado piñón.
GABLETE: Coronamiento triangular del muro, entre las torres, de la fachada gótica, siglos XIII al XV. Puede aparecer asimismo coronando vanos, pilares o estribos. También llamado piñón.
GIROLA O DEAMBULATORIO: Galería semicircular prolongación de las
naves laterales que rodea la parte trasera del presbiterio de una iglesia. En
los edificios de planta central espacio deambulante
que rodea el espacio central.
LONJA:
Una lonja es un edificio o recinto donde se realizan transacciones comerciales,
podemos encontrarlas desde el Gótico como monumentos
civiles. Ejemplo: La Lonja de
Valencia, de finales del siglo XV.
MADONNA: Italianismo para referirse a la Virgen en la Historia del Arte, sobre todo a partir del Estilo Gótico, siglos XIII al XV.
MADONNA: Italianismo para referirse a la Virgen en la Historia del Arte, sobre todo a partir del Estilo Gótico, siglos XIII al XV.
MANDORLA
MÍSTICA: Italianismo que significa almendra, representada por un óvalo o
marco almendrado que circunda o rodea al Cristo mayestático, de ahí que reciba
el sobrenombre de “mística”, especialmente en el Románico, siglos XI y XII, y el
Gótico, siglos XIII al XV.
OJIVAL
(ARCO): También llamado arco apuntado, está compuesto por dos porciones de
curva que forman un ángulo en la clave, por lo que tiene dos centros. Es típico
de la arquitectura del Gótico (siglo XIII-XV).
PINÁCULO: Remate piramidal, muy puntiagudo, con tracería, ganchos y otros
detalles de embellecimiento, situado sobre los estribos exteriores de los
monumentos del Estilo Gótico, siglos XIII al XV. Su función no sólo es
decorativa, sino también constructiva al contribuir a desviar parte de los
empujes oblicuos desde los arbotantes a los contrafuertes.
POLÍPTICO: El retablo evoluciona durante el Gótico, siglos XIII al XV,
pasando de una tabla a dos, “díptico”, tres, “tríptico” o a muchas, “políptico”,
siendo las tablas laterales abatibles con el fin de cerrar el conjunto. En este
caso su cara exterior se pinta con tonos grises, “grisallas”, que semejan
esculturas. La creación de estos retablos supuso una gran novedad; la pintura se
independiza del muro y se hace más humana y anecdótica, favorece la composición
e incluso la devoción popular. Ejemplo: El Políptico del Cordero Místico, de Jan
van Eyck, siglo XV.
RETABLO: El retablo evoluciona durante el Gótico, siglos XIII al XV,
pasando de una tabla a dos, “díptico”, tres, “tríptico” o a muchas, “políptico”,
siendo las tablas laterales abatibles con el fin de cerrar el conjunto. En este
caso su cara exterior se pinta con tonos grises, “grisallas”, que semejan
esculturas. La creación de estos retablos supuso una gran novedad; la pintura se
independiza del muro y se hace más humana y anecdótica, favorece la composición
e incluso la devoción popular. El retablo hasta mediados del siglo XIV consistía
en unas tablas pintadas con sentido ilustrativo y descriptivo de la vida del
santo titular, ocupando el centro la efigie del mismo y a su alrededor, en
pequeños recuadros, escenas de su vida. Pero en la segunda mitad del s. XIV el
retablo pictórico ya está formado, es rígido, con múltiples tablas, con una
ordenación de base arquitectónica (gótica, renacentista o barroca, según el
estilo en el que se realizara) y con una distribución iconográfica bastante
uniforme. Su organización es del modo siguiente: en la predela o banco, parte
inferior de menor altura, pintan bustos de santos y en el centro es frecuente la
Santa Cena u otros temas del Nuevo Testamento; en el calle central está
representado el tema principal de la obra; en las calles o zonas verticales se
recogen las escenas secundarias o complementarias del tema central, organizadas
en cuerpos o divisiones horizontales; en las entrecalles, pequeñas tablas
pintadas con santos en unos retablos, y en otros finas columnas o pilares; las
cumbreras o espigas son los remates superiores de las calles. En la central se
pinta, casi sin excepción durante el Gótico, el
Calvario, en las restantes los temas no están fijados. Ejemplo: El Retablo de la Cartuja de Miraflores de Burgos, de Gil de Siloé, finales del siglo XV.
ROSETÓN: Vidriera circular de gran tamaño calada con adornos y tracerías
de piedra. Los rosetones se sitúan en la fachada occidental y las dos del
transepto de las catedrales del Estilo Gótico. Ejemplo: La Catedral de Notre-Dame de París, siglo
XIII.
TRACERÍA: Dibujos geométricos de piedra, calados, en las ventanas o
rosetones góticos, siglos XIII al XV.
TRÍPTICO: El retablo evoluciona durante el Gótico, siglos XIII al XV,
pasando de una tabla a dos, “díptico”, tres, “tríptico” o a muchas, “políptico”,
siendo las tablas laterales abatibles con el fin de cerrar el conjunto. En este
caso su cara exterior se pinta con tonos grises, “grisallas”, que semejan
esculturas. La creación de estos retablos supuso una gran novedad; la pintura se
independiza del muro y se hace más humana y anecdótica, favorece la composición
e incluso la devoción popular. Ejemplo: El Tríptico del Jardín de las Delicias,
de El Bosco, principios del siglo XVI
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